Sevilla a través de Richard Ford.

          Comenzamos este nuevo año retomando a un personaje del que ya hablamos con anterioridad y que no es otro que el viajero inglés Richard Ford. Y es que si a finales del año pasado conocimos a su amigo, el pintor escocés David Roberts, sobre quien escribimos en un par de ocasiones, ahora queremos seguir redescubriendo más rincones de nuestra Sevilla a través de más estampas del dibujante inglés.

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Triple retrato de Richard Ford como “majo serio” en la Feria de Mairena del Alcor, acuarela de José Domínguez Bécquer en 1832. (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando).

Como ya comentamos entonces, Richard Ford es considerado uno de los mejores hispanistas románticos por sus publicaciones basadas en el amplio viaje realizado por España y su estancia de tres años en nuestra tierra, entre Sevilla y Granada. Al igual que sus amigos David Roberts, John F. Lewis o el propio autor de los retratos superiores, J. Domínguez Bécquer, padre de los hermanos Bécquer, entre otros artistas, realizó una gran cantidad de dibujos, custodiados en su mayoría por su familia. Por eso hoy vamos a emprender una nueva ruta rodeando la muralla para ver aquella ciudad decimonónica, comenzando por algunos de sus primeros dibujos de 1830, recién llegado a la ciudad.

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Vista exterior de la Puerta de Jerez, dibujo de R. Ford en 1830. (Colección Familia Ford en Londres).

El londinense también visitó tierras gaditanas, cuyo camino arrancaba en la desaparecida Puerta de Jerez que vemos arriba, junto a la muralla que sigue hacia una Torre del Oro un tanto alta, aunque recordemos que él no era un profesional del arte, más bien un viajero al que le gustaba plasmar lo que veía a modo de recuerdo, ya que aún faltaban algunos años para que las recientemente inventadas cámaras fotográficas se comercializaran de manera habitual.

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Puerta Nueva o de San Fernando, dibujo de R. Ford en 1830. (Colección Familia Ford en Londres).

De misma fecha y continuación a la anterior, encontramos esta vista de la Puerta Nueva, por ser la de más reciente construcción, con las diferentes anotaciones del autor que nos indican lo que aparece en la imagen. Empezando por la izquierda, se sitúa la antigua Fábrica de Tabacos, luego la Puerta  Nueva o de San Fernando y tras los muros se ve la vegetación del Real Alcázar de Sevilla, apareciendo al fondo la Catedral con la Giralda. En primer plano, se aprecia el arroyo Tagarete con algunas alcantarillas que lo cruzan, justo antes de entrar en la bóveda que lo cubre a su paso por la c/San Fernando hasta su desembocadura junto a la Torre del Oro.

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Puerta de la Carne, dibujo de R. Ford en 1831. (Colección Familia Ford en Londres).

Continuamos por los Jardines de Murillo y avanzamos a 1831, fecha en la que el inglés hizo este dibujo de la Puerta de la Carne, con la Giralda sobre el caserío sevillano. Hoy en día ya sólo queda el nombre de la derribada puerta, tampoco permanecen los lienzos de muralla más cercanos, pero sin embargo si está en pie la casa del peculiar tejado que está tras la entrada y que hoy hace esquina con la c/Cano y Cueto.

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Vista exterior de la Puerta del Osario, dibujo de R. Ford en 1830. (Colección Familia Ford en Londres).

Volvemos a 1830 pero nos adelantamos hasta otra antigua entrada, en este caso la Puerta Osario, que aparece en el lateral de esta amplia vista de la Ronda, con un diferente Convento del Valle en el centro y que actualmente es la sede de la Hermandad de los Gitanos. La muralla del fondo son ahora los Jardines del Valle, llegando a lo que sería la Puerta del Sol. En la anterior publicación sobre R. Ford, podemos ver una imagen con perspectiva inversa de la misma zona.

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Vista interior de la Puerta del Sol, dibujo de R. Ford en 1831. (Colección Familia Ford en Londres).

Precisamente por la también desaparecida Puerta del Sol nos adentramos en la ciudad para ver el interior de dicha zona en 1831. El aspecto actual es completamente diferente al de este dibujo, en el que volvemos a ver un trozo de muralla con diferentes torreones y el humilde caserío de la feligresía de Santa Lucía. En dicho barrio vivía la familia Guerrero González, es decir los padres y hermanos de Santa Ángela de la Cruz, nacida en la siguiente década.

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Ermita de San Hermenegildo, dibujo de R. Ford en 1831. (Colección Familia Ford en Londres).

Más adelante y del mismo año que la anterior, observamos esta bonita y tranquila estampa del pasado de la ciudad hispalense, es la actual c/Muñoz León, popularmente conocida como “La Ronda”, en la que vemos el Convento de Capuchinos, la que nombra como Ermita de San Hermenegildo, que es la iglesia situada en la Puerta de Córdoba, y sobre las almenas de la muralla macarena asoma el campanario de la Parroquia de San Julián.

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Sevilla desde La Cartuja, dibujo de R. Ford en 1833. (Colección Familia Ford en Londres).

Pasamos a 1833 y, gracias a la barcaza que cruzaba el río a la altura de la Puerta de la Barqueta, de ahí el nombre, se llegaba a La Cartuja. Desde este punto, nuestro personaje dejó plasmada esta vista de Sevilla en la que destacan la Catedral y la Giralda, con precioso boceto central incluido, la Torre del Oro, el Puente de Barcas y Triana con la Real Parroquia de Santa Ana y el campanario de la Parroquia de Ntra. Sra. de la O. Al fondo se aprecian las siluetas de dos serranías y anotaciones que no se pueden leer bien, serán la Sierra Sur de Sevilla y la gaditana Sierra del Pinar con El Torreón como pico más alto de dicha provincia y que es visible desde muchos puntos de la nuestra en días claros.

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Vista del Monasterio de La Cartuja de Sta. Mª de las Cuevas desde la Huerta de Colón, dibujo de R. Ford en 1831. (Colección Familia Ford en Londres).

Este otro dibujo de 1831 nos lleva a pasear otra vez por la orilla del río Guadalquivir, que refleja el monumento. Ahora en concreto estamos en la actual c/Torneo, que por entonces tenía diferentes nombres y en la parte del barrio de los Humeros recibía el nombre de Acera de la Huerta, en referencia a la Huerta de Colón o Zapote, por el ejemplar plantado por Hernando Colón. Es la imagen contraria a la anterior y en ella vemos todo el conjunto del Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, pocos años antes de que la Desamortización de Mendizábal expulsara a los monjes cartujos y la llegada de las características chimeneas de la Fábrica de Pickman.

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Puerta Real, dibujo de R. Ford en 1830. (Colección Familia Ford en Londres).

Continuamos un poco más adelante para ver el exterior de la Puerta Real o de Goles, en uno de los primeros apuntes gráficos que también hizo al llegar aquí en 1830. Al fondo asoma la Giralda y detrás de la muralla, que se pierde tras el caserío adosado, nos sorprende el que fuera Convento de Nuestra Señora de la Merced. La casa grande mercedaria acogió a las hermandades de La Soledad de San Lorenzo, que tuvo que abandonarlo con la invasión francesa, y por el mismo motivo albergó a la del Santo Entierro, además del Museo, que es la única que permanece en su capilla después de que la Desamortización de Mendizábal también expulsara a la comunidad de monjes y comenzara a albergar más obras hasta ser el Museo de Bellas Artes que hoy tenemos.

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Vista de Sevilla desde Las Delicias, dibujo de R. Ford en 1832. (Colección Familia Ford en Londres).

Siguiendo el curso del Guadalquivir, estaríamos junto al Paseo de las Delicias en 1832. Esta zona era el codo del desaparecido meandro de Los Gordales, los terrenos que actualmente ocupa nuestro Real de la Feria. Así podemos ver que la perspectiva de este dibujo abarca desde Santa Ana y el Convento de los Remedios en la orilla trianera y a esta orilla del río la inacabada Maestranza, la Torre del Oro, las Atarazanas, el Hospital de la Caridad, el Palacio de San Telmo y la Catedral con la esbelta Giralda.

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Puerta y Alcázar, dibujo de R. Ford en 1832. (Colección Familia Ford en Londres).

Del mismo año, observamos esta estampa que nos transporta a una Plaza del Triunfo bastante diferente a la actual. Aún existían casas adosadas al exterior de los muros del Alcázar, con balconada en una de las torres, otra vivienda junto a la Puerta del Patio de Banderas en la que hoy es la c/Joaquín Romero Murube por la que nos adentramos en el barrio de Santa Cruz, y además vemos un espacio diáfano sin el monumento a la Inmaculada Concepción ni el arbolado, colocados ya en el s.XX.

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Arquillo de la Plata, dibujo de R. Ford en 1832. (Colección Familia Ford en Londres).

Seguimos en 1832 y no muy lejos del anterior rincón sevillano, ya que ahora estamos en plena av. de la Constitución haciendo esquina con la c/Santo Tomás. En dicho cruce vemos parte del Archivo de Indias, al fondo de la vía vemos otra parte de la muralla del Alcázar también con casas apoyadas sobre ella, en el centro, y donde afortunadamente sigue, la hexagonal Torre de Abd el-Aziz o Santo Tomás que prolonga su muro hacia el Arquillo de la Plata o Abd el-Aziz.

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Vista de Carmona desde el barrio San Pedro, dibujo de R. Ford en 1830. (Colección Familia Ford en Londres).

Al igual que hicimos la vez anterior, este paseo con Richard Ford lo vamos a terminar alejados de la ciudad. Si en dicha ocasión nos quedamos en la Hacienda de San Bartolomé, ahora prolongamos algo más el camino para llegar a Carmona. Este dibujo del barrio de San Pedro nos recuerda a otro que vimos de su amigo David Roberts, y es que como comentamos ahí, probablemente sea uno de los que mostró a su colega escocés y le sirvieran de inspiración. Obviamente, en el tiempo que estuvo aquí, también visitó otros pueblos como Gelves, San Juan de Aznalfarache, Alcalá de Guadaíra o diferentes haciendas olivareras de Dos Hermanas, entre otros lugares.

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Palacio del Coto del Rey o Lomo del Grullo, dibujo de R. Ford en 1831. (Colección Familia Ford en Londres).

De hecho en sus múltiples excursiones, estuvo cazando en el Coto del Rey o Lomo del Grullo, palacio ubicado en Hinojos, en pleno P.N. de Doñana, cuando aún pertenecía a Sevilla ya que esta imagen con la que nos despedimos del singular viajero inglés es de 1831. De este modo terminamos nuestro recuerdo a su legado de cientos de dibujos que nos permiten viajar al pasado de esta Sevilla Legendaria.

J.M.

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