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Tras pasear por Sevilla, gracias a las obras de Gumersindo Díaz Pérez, volvemos a caminar pero atravesando diferentes puntos de la provincia sevillana. Al igual que en el anterior paseo, el artista romántico Richard Ford realizó algunas etapas parecidas y también nuevamente su colega escocés, David Roberts.

Comentada la llegada del artista ovetense a Sevilla en la década de 1850, posiblemente a finales, se da la circunstancia de que los censos de población de Sevilla y los archivos parroquiales aportan información al respecto, ya que figura en pleno barrio del Arenal, concretamente en la c/ Rositas nº 4, hoy renombrada Adolfo Cuéllar, junto al Molviedro. Allí reside el matrimonio formado por Gumersindo Díaz y Mª Dolores Infante, que dio a luz su primer hijo en 1860, Gumersindo. Luego viven en el Paseo de Colón, allí nacen Filomena, en 1862, y G. Fernando Jorge en 1864. Posteriormente, en la antigua c/ Palmas que hoy es Jesús del Gran Poder, nace Fco. de Asís Marcial y ya en 1875, establecidos en el Palacio de las Dueñas, nace Pascual Rafael Perpetúo.

Iniciamos esta vuelta por la provincia con esta vista de una de las poblaciones más alejadas de la ciudad, el municipio de La Puebla de los Infantes, del que era natural su esposa Mª Dolores Infante Díaz. Pasamos del norte de la Vega al sur de La Campiña para llegar a Marchena, en cuya muralla encontramos este famoso Arco de la Rosa.

Siguiendo este itinerario a su paso por La Campiña, el autor nos traslada hasta Utrera, tierra de flamenco y del toro bravo, cuyo castillo vemos a continuación.

En este camino, nos desplazamos a Dos Hermanas ya que el territorio nazareno se conformó de sus abundantes haciendas y precisamente una de ellas, la actual Nueva Florida, por entonces del Marqués de Campo-Ameno, es la que observamos aquí .

También junto a la AP-4, pero a 1 km de la anterior y separada por el Arroyo San Juan, lo que la ubica en el término de Alcalá de Guadaíra, a pesar de que el autor creyó en Dos Hermanas, se sitúa esta Hacienda de Seisa o Claverot.

El artista también dejó otras estampas del municipio panadero, entre ellas algunas del Castillo de Alcalá como la vista siguiente.

O también de los afamados molinos harineros que se disponían a través del Río Guadaíra, algunos ya vimos que en Sevilla. Éste es el caso del Molino de Las Aceñas, aún en pie y próximo a la zona de Santa Lucía.

Cruzamos ahora el Río Guadalquivir para llegar a Santiponce, allí está el Conjunto Arqueológico de Itálica, del que el pintor ovetense nos dejó muestras como esta Galería del Anfiteatro y la siguiente de unas termas, quizá las menores.


Y para ir culminando, subimos a la importante comarca Aljarafe para encontrar la entrada de unos dólmenes de Castilleja de Guzmán, aunque no es descartable que sea el cercano Dolmen de La Pastora o el de Matarrubilla, de la colindante Valencina de la Concepción.

Ya comentamos en redes sociales, que nuestro protagonista dejó ejemplos hasta de Sanlúcar la Mayor, y también marcó huella en su primogénito que parece ser que siguió los pasos de su padre. El artista finalmente falleció en nuestra ciudad en 1891, con la curiosa y a veces habitual circunstancia de tener buena reputación en sus obras pero no poder vivir cómodamente de las mismas, que alcanzan un mayor valor de manera póstuma. Sirvan estas rutas por nuestra Sevilla Legendaria a modo de homenaje para Gumersindo Díaz, otro enamorado de Sevilla.
J. M.
J.M.
